Científicos Bahienses Investigan Enfermedades Neuronales

 
 

Se analiza por qué ocurre la acumulación anormal de hierro y cobre en el cerebro de enfermos de Parkinson y Alzheimer. El análisis podría servir para conocer detalles de las dolencias.

     ¿Por qué hay cantidades anormales de hierro y cobre en los cerebros de enfermos de Parkinson o Alzheimer y cómo afectan estos la comunicación y las señales entre las neuronas?
     Tal es lo que analiza un grupo de investigadoras del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca (Inibibb), dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
     El grupo trabaja en la temática de los metales de transición (hierro, cobre) como una de las causas implicadas en la pérdida de la funcionalidad y muerte de las neuronas.
     Gabriela Salvador, investigadora adjunta del Conicet, a cargo del equipo de trabajo, indicó que las enfermedades neurodegenerativas son de las más comunes entre los mayores de 65 años, y que se ha detectado que los que padecen de Parkinson o Alzheimer tienen mayor cantidad de esos metales en regiones específicas del cerebro.
     "Nuestra idea es conocer la causa de esa acumulación y cómo se relaciona con el funcionamiento neuronal", puntualiza.
     En el laboratorio del instituto, las investigadoras trabajan con neuronas provenientes de bancos de células y diferentes tejidos de animales de experimentación en los que generan modelos que simulan las condiciones neurodegenerativas mencionadas. De esta manera, estudian los procesos por los cuales la presencia de un exceso de metales genera disfunción y muerte neuronales.
     El principal interés del grupo es detectar las señales que participan en los procesos de protección contra estos agentes.
     "La acumulación de los metales de transición se da porque existe una alteración de múltiples mecanismos celulares. Los desbalances pueden causar efectos tóxicos que dañan todos los componentes de la célula, incluyendo las proteínas, los lípidos y el ADN y está asociada a la aparición de estrés oxidativo", agrega Gabriela Salvador.
     Entre los factores que generan estrés oxidativo, figuran los hábitos alimenticios, el alcohol, el estrés, el humo de tabaco, la depresión, la ansiedad, la contaminación y el sedentarismo.
     Salvador afirma que las enfermedades neurodegenerativas son fallas del metabolismo; que muchas tienen un componente hereditario y que no se ha podido asegurar que en su desarrollo no influyen aspectos externos.
      El trabajo de investigación no tiene un plazo definido y los hallazgos del desarrollo del proyecto potencialmente podrían contribuir a entender (al menos, en parte) los mecanismos que operan en enfermedades neurodegenerativas como las antes mencionadas.
     Doctora en bioquímica, Salvador indica que tanto puede arribarse a resultados satisfactorios como no, que el proceso en desarrollo es parte de la investigación básica científica, que es el sustento de la aplicada, y que la integración de ambas en un determinado tema puede llevar muchos años e involucrar el trabajo multidisciplinario de distintos grupos de investigación esparcidos por todo el mundo.
     Además, cita al doctor Andrés Stoppani, en lo que significa un trabajo de ciencia básico: "Hay que ser, en investigación, tenaces y persistentes y no juzgar la trascendencia de un descubrimiento por la moda ni por su valor inmediato".
     
Protagonistas.
El equipo que dirige Gabriela Salvador está integrado por la doctora en bioquímica del Conicet Romina Uranga, por la bioquímica Guadalupe Rodríguez Diez y la estudiante de la carrera de bioquímica de la UNS Sofía Sánchez Campos.
     Este grupo se mantiene en estrecha colaboración con el laboratorio de las doctoras Norma Giusto y Melina Mateos, ambas también investigadoras del Conicet e integrantes del Inibibb.
     El proyecto en desarrollo es subsidiado por diversas entidades públicas y privadas, tales como el Conicet, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT), la Fundación Florencio Fiorini y la Comisión Fulbright.

Las neuronas, clave.
A diferencia de la mayoría de las células que tienen una duración de vida relativamente corta, las células nerviosas que se generan en el feto o poco tiempo después del nacimiento viven mucho tiempo. Así, las neuronas cerebrales pueden vivir hasta 100 años o más.
     En un adulto, cuando las neuronas mueren debido a enfermedades o lesiones, por lo general son reemplazadas por otros tipos celulares, que no pueden llevar a cabo la función de aquellas.
     Las neuronas son las células más evolucionadas y especializadas de nuestro organismo, y presentan capacidades muy sofisticadas de adaptación de sus funciones.
     Las funciones específicas de conjuntos de neuronas ubicadas en distintas regiones del cerebro, llevadas a cabo de manera organizada, dan como resultado la realización de funciones cerebrales de rango superior que, en su conjunto, son la característica más sobresaliente del ser humano: la mente.
     Sin embargo, estas células tienen dos importantes desventajas frente a la mayor parte de las restantes de nuestro organismo: no pueden dividirse dando lugar a otras células hijas más jóvenes y totalmente funcionantes, ni tienen gran capacidad para eliminar sus partes dañadas o inútiles y recuperarse hasta su total integridad.
     Para evitar su muerte, deben recurrir a mecanismos de protección y reparación.

A
La enfermedad de Alzheimer, también denominada mal de Alzheimer o demencia senil de tipo Alzheimer, es una afección neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza, en su forma típica, por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian.
     Resulta, además, la forma más común de demencia, y aparece con mayor frecuencia en mayores de 65 años de edad.

B
El Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce, con el tiempo, a una incapacidad progresiva; es producto de la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra (región especial del cerebro donde se produce el neurotransmisor dopamina).
     Esta enfermedad representa el segundo trastorno neurodegenerativo, por su frecuencia, situándose únicamente por detrás del Alzheimer. Está extendida por todo el mundo y afecta tanto al sexo masculino como al femenino, siendo frecuente que aparezca a partir del sexto decenio de vida.


Distinción.
Por este proyecto, Gabriela Salvador, en 2009, recibió el premio estímulo "Dr. Andrés Stoppani", destinado a investigadores menores de 40 años por la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

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