Las Neurociencias incluyen el estudio de la neuroanatomía (estructura de órganos, tejidos y células del sistema nervioso) y del funcionamiento neural (neurobiología, neurofisiología), abordando estos aspectos desde sus orígenes filogenéticos (neurofilogenética evolutiva) y también desde los orígenes en cada individuo (neurodesarrollo ontogenético). El estudio de estos diferentes aspectos del sistema nervioso puede ser enfocado desde la neuroquímica, la neurofarmacología y la neuropsicología, disciplinas que también se asocian – en el laboratorio o en la clínica – con la neurología, la neuropatología, la psicología, la psiquiatría y la neurocirugía, entre otras especialidades.
Asimismo, la genética, la biología celular y molecular, la biología del desarrollo, la bioquímica, la física, la matemática y estadística, la informática, la neurociencia computacional, el análisis de imágenes, las ciencias del comportamiento y la filosofía, proporcionan enfoques diferentes, cuyos resultados se traducen en nuevas áreas de trabajo como el diagnóstico por neuroimágenes, la neuropsicología cognitiva, la neurolinguística, la filosofía de la mente, el modelado de sistemas neuronales, entre muchos otros, que resultan de la convergencia de diversas áreas de trabajo hacia propósitos comunes, razonablemente dominados por equipos transdisciplinarios más que por individuos aislados.
El aumento en el número y la edad promedio de la población humana ha derivado en un incremento paralelo en patologías con rasgos neuro y/o psicopatológicos. Las Neurociencias, al constituir una convergencia interdisciplinaria, han mostrado ser una herramienta poderosa para entender la estructura, función y regulación del cerebro, tanto en casos normales como patológicos, proporcionando estrategias emergentes del conocimiento básico que – en algunos casos – generaron los fundamentos para su posterior transferencia y aplicación en el mejoramiento del bienestar de la sociedad. En este sentido, uno de los desafíos más importantes que enfrentan hoy las Neurociencias es comprender cómo se articulan y modulan los diferentes niveles de complejidad biológica que dan origen a las funciones cerebrales y sus alteraciones patológicas.
En las últimas décadas, en nuestro país, así como en la Universidad Nacional de Córdoba y en Institutos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET), se formaron varios grupos de investigación que han alcanzado un desarrollo que los capacita para cubrir una parte substancial de las disciplinas mencionadas. Sin embargo, el amplio y creciente abanico de temáticas posibles en Neurociencias, hace necesaria la interacción y co-participación con docentes-investigadores visitantes – nacionales y extranjeros – expertos y con experiencia personal en otras áreas específicas, a fin de complementar la actividad de los docentes de la región. Ésta será una base fundamental del Doctorado en Neurociencias, al posibilitar el desarrollo semiestructurado de actividades y temáticas en cursos y entrenamientos que serán, en su mayor parte, propuestas por el propio doctorando y su director.
Por otra parte y como fruto de una larga experiencia, los docentes-investigadores del área de Neurociencias que desempeñan sus actividades en diferentes Unidades Académicas de la Universidad Nacional de Córdoba e Institutos de CONICET, han coincidido en la convicción de que ninguna de las Facultades de la Universidad Nacional de Córdoba, ni de otras Universidades de la región, ofrecen la posibilidad de una formación doctoral planificada que incluya las muy diferentes disciplinas asociadas al estudio del sistema nervioso. Estas áreas de carencia en la oferta educativa y la posibilidad de aportar a revertirla, fue uno de los motores principales que impulsaron a los organizadores de este Doctorado en Neurociencias.