El QR-Code es un sistema para almacenar información en una matriz de puntos, similar a como funcionan los códigos de barras que estamos acostumbrados a ver en tantos productos, pero en lugar de en una sola dimensión aplicado a dos dimensiones.
Inicialmente se aplicaron al seguimiento de piezas en la fabricación de coches, pero poco a poco se han ido extendiendo a otros usos, sobretodo en Japón, donde es el código de este tipo más usado y donde la mayoría de teléfonos móviles incluyen una aplicación capaz de reconocerlos. Luego veremos cual es la utilidad de esto.
La capacidad de estos códigos es de 7089 caracteres numéricos, 4296 caracteres alfanuméricos o 2953 bytes, disponiendo de un sistema de corrección de errores que los hace inmunes a una cierta distorsión de la imagen. Se caracterizan por los tres cuadrados que encontramos en las esquinas y que permiten detectar al lector la posición de QR-Code.