La Formación Universitaria y la Dimensión Social del Profesional

Taller Total 1970/75 – Una experiencia pedagógica interdisciplinaria colectiva, estructurada como Carrera de Grado en la UNC

INTRODUCCIÓN

“La enseñanza debiera incorporar el asesoramiento especializado en Sociología, Economía, Ciencias Políticas, Legislación, etc. Los métodos pedagógicos y los sistemas de selección serán adecuados a un plan orgánico tendiente a lograr la formación encuadrada dentro de los objetivos que fije la Facultad.”

“La Facultad necesita un plan que fije con claridad los objetivos mediatos e inmediatos y que coordine la tarea (al profesional debe formarlo la Facultad y no cada cátedra aisladamente).”

“Revisión de los patrones de crítica, creando conciencia de los valores de planificación, técnicos y económicos-sociales.”

“Fomentar el trabajo en equipo (de profesores y de alumnos)”

Los conocimientos “Deberán estar orientados y organizados hacia la captación de la realidad socio-económica de la Nación, de la región y de la localidad.”

“…El trabajo profesional se ha transformado particularizado a tal extremo de imposibilitar el trascender a una acción común de carácter general…La responsabilidad no es solo de profesores, sino de la Universidad, del Estado y de los organismos públicos…”

“La toma de conciencia de los egresados sobre sus responsabilidades y los justos alcances de sus oportunidades de acción en la realidad actual, conjuntamente con las disciplinas conexas de la planificación, permitirá la fusión de esfuerzos que encuentre los métodos para la solución de los problemas de la comunidad…Como docente…la Universidad deberá crear cursos de post-graduados que signifiquen verdaderas experiencias interdisciplinarias y que sirvan para crear conciencia de equipo para la proyección del graduado en la sociedad.”

“La acción de los egresados deberá también evidenciarse a través de los organismos del Estado. Mediante su instrumentación anterior, podrán influir en la evaluación crítica del entorno socio-económico para crear nuevas condiciones y erradicar así los bajos estándares de la sociedad.”

“Esta actuación múltiple y compleja requerirá por cierto la creación del Instituto de Planificación cuya labor deberá desarrollarse interdisciplinariamente con las carreras universitarias que hacen a esta disciplina.”

Lo que antecede son algunos de los puntos de una extensa ponencia  con que así llegaba la numerosa delegación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) a la “III Conferencia Latinoamericana de Escuelas y Facultades de Arquitectura” (CLEFA – setiembre 1964 – Alta Gracia, Provincia de Córdoba).

La misma se desarrolló durante 8 días, contó con la presencia de delegaciones de 11 países y la presidencia recayó en el Arq. Luis A. Rébora, a su vez Decano de la FAU.

Los ejes temáticos fueron: la formación preuniversitaria (Comisión A), la formación universitaria (Comisión B) y la formación postuniversitaria (Comisión C).

A modo de síntesis conceptual, algunas de las Recomendaciones aprobadas:

La Formación Preuniversitaria:

“Que se realicen estudios exhaustivos sobre las necesidades de recursos humanos actuales y futuros de la comunidad y que se difundan convenientemente para contribuir a la orientación de los alumnos de la enseñanza media.”

“En todos los niveles de la enseñanza pre-universitaria general, favorecer en el alumno el nacimiento y desarrollo del sentido de responsabilidad del individuo hacia la Comunidad.”

“Que la Universidad realice y difunda investigaciones permanentemente actualizadas sobre la realidad socio-económico-cultural del medio en lo que se refiere al ejercicio de las distintas profesiones universitarias.”

“Que provea al futuro estudiante de información sobre el papel de la Universidad y del universitario en la comunidad.”

La Formación Universitaria:

“El arquitecto como miembro de la comunidad desarrolla su actividad de trabajo en un medio social, cultural e histórico determinado y concreto.”

“El medio latinoamericano, con las naturales diferencias específicas de cada país, posee notas generales que lo sitúan dentro del llamado mundo sub-desarrollado caracterizado por la existencia de estructuras económico sociales dependientes y agravado por un crecimiento demográfico explosivo.”

“Se agrega además, en la mayoría de los países, la existencia de una dependencia ideológica, cultural y económica que determina la formación de una conciencia propicia al mantenimiento de la situación actual.”

“Frente a esto la Universidad debe estructurarse de manera de promover el estudio y orientar la investigación de los graves problemas culturales, sociales y económicos, transformando su actual introversión en una activa participación, convirtiéndose así en el elemento vital para la promoción del desarrollo planificado que el medio requiere.”

“Entendiendo que el arquitecto ocupa un lugar específico dentro de la planificación para el desarrollo, su formación general debe capacitarlo para interpretar la realidad de su medio con proyección histórica formando así un profesional que no se limite solamente a dar respuestas a las estructuras vigentes, sino que esté capacitado para responder en forma integral a las necesidades de su comunidad mediante una expresión arquitectónica auténtica.”

“En la formación general se considera de fundamental significación las disciplinas históricas y los estudios que examinan la problemática contemporánea.”

“Las disciplinas históricas -arquitectónica, sociológica, filosófica, económica, etc., deben dar las bases de una cultura arquitectónica universal y nacional; ubicar al profesional en la interacción de su medio y de su época; dotarlo de un criterio metodológico que le permita la interpretación integral del hecho arquitectónico, tanto en las motivaciones histórico- culturales como en sus aspectos formales espaciales.”

“Dentro de la problemática contemporánea y para una eficiente preparación profesional, se deberá enfrentar la formación del arquitecto de modo que el estudiante en todos los niveles considere la obra arquitectónica condicionada a los problemas del desarrollo urbano; este como una parte del desarrollo físico regional y el desarrollo físico regional como un aspecto del desarrollo económico y social de cada país.”

“Deberá capacitarse a los estudiantes para comprender la necesidad de la planificación nacional y prepararlos para trabajar dentro de las exigencias que una tal política ha de demandar al futuro arquitecto.”

“Esta preparación debe:

a) ubicar al estudiante en la realidad histórica, económica y social del país y de su contexto americano y mundial.

b) proporcionar conocimientos en las disciplinas de economía y sociología del desarrollo, en vista sobre todo al trabajo interdisciplinario.

c) proponer ejercicios y desarrollos teóricos sobre temas que corresponden a la realidad del medio en aspectos que competen directamente al arquitecto, enfrentados desde el punto de vista cultural y socio-económicos.”

“Esta preparación, cuya aplicación debe resolver cada Escuela o Facultad de acuerdo a la propia realidad, debe además procurar para el estudiante la visión urbanística desde las primeras tareas que se plantean en el taller, y deberá considerar también una línea de formación teórica y práctica que comience con los conceptos necesarios en el campo de las Ciencias Sociales, previa a la formación más especializada del planeamiento urbano y regional.”

“En la formación general, se debe crear la conciencia de que la labor del Arquitecto será la de aportar su capacidad en una tarea de orden interdisciplinario.”

La Formación Post-Universitaria

“CONSIDERANDO”

“Que el perfeccionamiento y la información se manifiestan generalmente de una manera individual, parcial y desorganizada. No habiendo posibilidades de racionalizar estos conocimientos ya que los organismos universitarios, estatales o privados existentes, no resultan apropiados para lograr esta formación de manera que incida en la comunidad.”

“Que Las fuentes de perfeccionamiento y de información son dispersas, parciales y aún indeterminadas, no facilitando el análisis completo de la realidad y tampoco la posibilidad de su mejoramiento.”

“Que el egresado se perfecciona individual y parcialmente. Su proyección en la sociedad como profesional, docente y funcionario se realiza a través de una acción referida a enfoques personales y parciales sin la  conciencia de su función de carácter social.”

Que los egresados debieran estar siempre orientados y organizados hacia la captación de la realidad socio-económica del medio, a cuyo efecto necesitan encontrarse actualizados en su formación general y que la comunidad debe producir los organismos que posibiliten el perfeccionamiento y la información de manera de incrementar la capacidad de los profesionales para un mejor logro en las soluciones que la comunidad necesita; Que lo referido al campo individual también tiene su réplica en los campos interdisciplinarios con el consiguiente desaprovechamiento y dispersión de esfuerzos, no conformándose un enfoque integral de los problemas que necesitan para su resolución, del aporte de diversas disciplinas”

“SE RECOMIENDA”

“Que las Escuelas y Facultades de Arquitectura de Latinoamérica promuevan y organicen los medios necesarios para perfeccionamiento de los graduados (institutos, centros especializados, becas, etc.) con vistas a su actividad profesional, especializada y docente.”

“Que las Escuelas y Facultades de Arquitectura de Latinoamérica, procedan a crear Institutos de Planificación Integral, al nivel Universitario, con orientación interdisciplinaria y con la función de receptar, coordinar y aplicar el aporte de todos los organismos docentes de investigación, existente o a crearse, universitarios o no.”

A partir de esta fuerte impronta conceptual e ideológica sobre la realidad y los cuadros profesionales demandados en las CLEFA y especialmente la de Alta Gracia, impactó positivamente en nuestra FAU.

Durante el corto período académico que abarcó todo el año 1965 y medio año de 1966 como consecuencia del Golpe Cívico Militar encabezado por el Gral. Juan Carlos Onganía, los cambios en la FAU fueron más que evidentes.

Un mayor énfasis en el curso anual del Preparatorio (ya implementado anteriormente para el ingresante) tendiente a clarificar en los alumnos el acierto en su elección formativa y al mismo tiempo salvar carencias de la enseñanza secundaria.

Nuevos criterios en el cursado de las materias en los niveles superiores como las formas de: evaluación, promoción, correlatividades y organización en la distribución horaria de las mismas.

En las materias de diseño arquitectónico-urbanístico (Composición I a IV) el trabajo en Taller con docentes de otras materias como primer intento de integración de contenidos y el producto de diseño en un contexto real.

Pero el Golpe tenía como principal objetivo la Universidad y La Noche de los Bastones Largos es el punto de inflexión. Más de 700 científicos, investigadores y docentes deben emigrar del país.

La FAU pierde sus mejores cuadros docentes en las materias de diseño y la transformación en marcha queda trunca.

La reacción estudiantil fue inmediata. Una huelga general traslada la acción a la calle y el año académico se pierde.

Con la apertura del año académico de 1967 se pone en evidencia en la FAU un enfrentamiento, que se irá profundizando con el tiempo, caracterizado por una conducción reaccionaria con el apoyo de sectores docentes afines y un estudiantado que rápidamente había asimilado el proceso de cambio y que contaba con el acompañamiento de los docentes más jóvenes.

1970 arranca con la pretensión de imponer Talleres Verticales conducidos por docentes que notoriamente representaban los intereses opuestos al naciente cambio.

La primer reacción viene de los docentes jóvenes que rechazan el modelo propuesto y entran en estado de deliberación permanente tendiente a la búsqueda de una salida a la cual se le suman los estudiantes a través de sus organizaciones.

Los acontecimientos que siguieron ya es historia conocida y la salida se llamó TALLER TOTAL.

La llegada de Juan Domingo Perón a la presidencia de la Nación puso en evidencia las contradicciones en los sectores internos del peronismo, que con la muerte de su líder fortaleció la derechización de las estructuras de gobierno y el accionar de sus bandas armadas.

En la FAU el desplazamiento de sus autoridades fue inevitable y esto abrió las puertas a docentes que se oponían al Taller Total como concepción de la formación universitaria.

La participación democrática, la dedicación y la demanda de contenidos, la pluralidad ideológica, la realidad como objeto de estudio y la plena participación estudiantil eran demasiados obstáculos para quienes pretendían una universidad con privilegio para unos pocos, verticalista, autoritaria, despojada de los problemas sociales en la formación y comprometida en respuestas a los intereses hegemónicos.

1975 arrancó con la disolución de la Coordinadora General y meses previos al cierre académico con la expulsión de una docena de docentes. Al Taller Total lo empezaban a desmembrar.

1976 trajo la desaparición del Taller Total.

Con la vuelta a la democracia en 1983, la reincorporación de los docentes cesanteados (1975/6) y una estructura consolidada durante el proceso militar que encontró cierta complicidad en gran parte de los docentes reincorporados, significó para el Taller Total su definitiva desaparición.

Las nuevas autoridades se impusieron silenciarlo y dispersar en el modelo de materias vigente a aquellos reincorporados que podían aventurar algún retorno a una concepción de Universidad que está más vigente que nunca.

Lo que continuó no trajo claridad ni recuerdos del TALLER TOTAL y tampoco se habló de la experiencia pedagógica del mismo. Por el contrario, se continuó con la indiferencia, el olvido, el rechazo a hablar de ese proceso, el descrédito y lo más importante: la descalificación de su proyecto y trabajo educativo y el desprestigio de quienes fuimos sus partícipes.